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Tresmonte, la aldea encontrada

«A Arturo Solares, Maestro de Escuela, que, sin ser riosellano de «pata negra», también trabaja por el concejo».

Coincidiendo con el primer año del nuevo siglo el pueblo de Tresmonte ha conseguido recuperar casi totalmente su fiesta de San Agustín.

Tras haber tenido un reinicio de la misma en el año 1973 por parte de Dioni (el del maestro del Carmen), volvió a tener un período en que parecía perdida, pero hace tres años volvio a celebrarse, y la participación ha sido cada vez mayor hasta este año, en que, a las doce del mediodía, bajo el tañido de las campanas de la iglesia, en Moru se produjo una concentración de tractores enramados que habían sido convocados por el sonido de los voladores en Sebreñu, El Carmen, Noceu y Ardines. Otras muchas personas, familiares de vecinos del pueblo o amigos, asistieron caminando o en coches; por primera vez este año se pudo subir por la arreglada pista que hay desde Noceu o por la Ruta de los Molinos, ahora en buen estado y donde los turistas pueden tener información adecuada debido a estar la ruta debidamente señalizada. Se calcula que unas doscientas cincuenta personas subieron hasta el pueblo. Allí, a la una y cuarto, José María y Amaro, curas de los concejos de Ribadesella y Parres respectivamente, oficiaron una misa solemne en la rehabilitada capilla.

Posteriormente Rafael Cardín (Falo) paso a leer el pregón elaborado por Arturo Solares Vega, maestro del Colegio Público riosellano (que lleva el nombre del más insigne personaje nacido en Tresmonte: Manuel Fernández ]uncos), pregón que describe perfectamente este pueblo limitado par los montes de La Peruyerina, el Alto Castiellu, El Cantín y Moru, por lo que lo incluimos en este artículo. A continuación, por primera vez en este último tiempo, se produjo la «puya del ramu» y una subasta de «quicos» (pitos o pollos pequeños). Como remate una comida de hermandad campestre en un «prau» en la parte alta del pueblo.

Por la tarde los juegos tradicionales para grandes y pequeños, con tiro de cuerda, carrera de sacos y zancos, además de tiro de penaltis, a la vieja usanza de las fiestas, contra un muñeco de madera con agujero incorporado, que podía ser portero del Oviedo o del Sporting, segun la afición del lanzador. La música de un tocadiscos, a falta de orquesta, anima a los romeros y romeras hasta el atardecer.

El pueblo va encontrando paulatinamente una lenta recuperación debido a su privilegiado emplazamiento entre los concejos de Parres y Ribadesella y a la mejora de sus comunicaciones, que bien merecerían una paso adelante más con el hormigonado o asfaltado de la pista, la eliminación de alguna cuesta y la apertura al tráfico del camino que les une con Cueves. Ahora tiene dos familias viviendo en cada parte de cada concejo, siendo Bonifacio Caravia (Boni), que vive junto con su esposa Mª Rosario Llano y su cuñada Clara Llano, un perfecto anfitrión que con una animada charla siempre te ofrecerá una refrescante botella de sidra y toda la información que precises sobre el pueblo, por eso tal vez te respondera, coma ya ha hecho en alguna ocasión con visitantes que le preguntan dónde acaba la Ruta de la Naturaleza, que ahí, en Tresmonte, «esa ruta no se termina nunca».

Texto del pregón elaborado por Arturo Solares Vega y leído por Rafael Cardín (Falo). Leído en Agosto de 2.001 durante la celebración de la fiesta de San Agustín

¡Buenos días vecinos y vecinas de Tresmonte que acudís a esta cita!

Al fin llegó el día esperado con ansiedad para la celebración de San Agustín en Tresmonte.

Voy a tratar de elaborar un sencillo pregón, que posiblemente sea el primero de esta fiesta que «engancha» a todo aquel que acude a ella por primera vez gracias al ambiente de hospitalidad y cordialidad de sus gentes, que hacen que no te sientas extraño, haciendo el propósito de repetir la experiencia para años sucesivos.

Empezaré haciendo una pequena historia de este pueblo, hilando los datos aportados par Mª Luisa, la madre de Miguelín el chapista y por éste mismo, a través de una grata conversación que mantuvimos días atrás, ambos nacidos en Tresmonte y que vivieron allí asta 18 años atrás que se trasladaron a Ribadesella.

Tresmonte es un pueblo situado a ambos lados del límite de los concejos de Ribadesella y Parres, custodiado par la Corona del Castiellu de 542 m. de altitud que majestuosamente vigila la ribera del Sella, observándose una impresionante panorámica desde su cima. Los marineros riosellanos lo denominan «El Ogadu» y le profesan un gran afecto, pues les sirve de referencia a la hora de orientar sus embarcaciones cuando se encuentran faenando.

Tresmonte de Abajo pertenece al concejo de Ribadesella y Tresmonte de Arriba al de Parres. Las casas con sus cuadras están diseminadas por las praderías, formando una especie de pequeños barrios asignando a cada uno su nombre propio, así en Tresmonte de Abajo están: El Acebal, Torolluengu, Casa Pachón, El Torollanu, Casa Nina, Barrio El Llugar (donde se encuentra ubicada la capilla donde se venera la imagen de San Agustín) que albergaba a su vez las siguientes casas: Casa Juaco, Casa Gerardo, Casa Tíu Alfredo, Casa Tía Aurelia, Casa El Maestro y Casa Mª Angela.

En Tresmonte de Arriba el barrio empieza por El Castañeu, La Escuela, en medio de los dos pueblos, el barrio del Mazu, El Escobal, finalizando en La Tarmada (con capilla propia) y La Cabañina.

Cada casa tenía su fuente propia de agua.

Con anterioridad a la Guerra Civil Española todas las casas estaban habitadas por unas doce familias en cada pueblo. En la actualidad quedan unas cuatro familias y bastantes de estos caseríos en estado ruinoso. El resto se trasladó a otros lugares en busca de nuevos horizontes, motivados por la incomunicación que hasta hace pocos años sufrió este pueblo y a la dificultad de trabajar duramente unas tierras pendientes y con escasos medios técnicos y mecánicos.

La economía familiar se basaba en la agricultura y la ganadería. El ganado vacuno principalmente y el cultivo de la patata, el maíz y les fabes junto al pequeño huerto al lado de la casa proporcionaba el sustento de sus gentes.

La leche se llevaba al barrio del Castañeu, donde existía una máquina desnatadora (pagándose el litro de leche a perrona), la nata era llevada a lomo de una caballería hasta el barcu de Cueves, la pasaban a la otra orilla del Río Sella donde la recogía un camión para llevarla a la fábrica de Arias en Arriondas.

También contribuía a la economía familiar los molinos de agua que se encontraban aprovechando el agua de la riega de Tresmonte, pues prácticamente casi todas las casas tenían el propio, existiendo los siguientes molinos: El Acebal, Torolluengu, Casa Francisco (actualmente restaurado), Pilar Llano, Juaco, Torollanu, Molín del Tíu Alfredo, El Castañeu y el de Robleu. Cada uno de ellos tenía su clientela propia.

Comunicaciones

Antiguamente sólo existía el camín de la vecindad que pasabas por el medio de los pueblos y daba acceso a todas las casas llegando hasta la finca de Santiago en las proximidades de Cueves.

Los martes y viernes de todo el año, excepto en el verano, pues en esta estación se agolpaba el trabajo, los vecinos de los dos pueblos ser reunían para las labores de adecentamiento de caminos.

En la actualidad y desde no hace muchos años, disponen de salida hacia Arriondas a través de una carretera estrecha y con buen firme; en dirección a Ribadesella existe una pista forestal que va hasta Noceu y Cueves.

Hasta hare pocos años, a la incomunicación también se unía la falta de tendido eléctrico, teniendo que recurrir a la luz del candil y la vela. En la actualidad disfrutan de electricidad que junto a la mejora en las comunicaciones hace que sea mas apetecible la vida en ese lugar.

Fiestas

Desde mucho tiempo atrás se viene celebrando la festividad de San Agustín, patrono del pueblo, la fecha el 28 de Agosto, aunque últimamente se tiende a celebrar el último sábado o domingo de Agosto con el único fin de facilitar la asistencia de las gentes que así lo deseen sin perturbar sus obligaciones laborales.

Como simple anecdota reflejaré que la primera orquesta que tocó después de la Guerra Civil fue «Los Panchinos» de Llanes. Posteriormente actuaron orquestas de renombre por aquel entonces tales camo la «X» y la «Venecia» de Infiesto y la «Royal» de Mieres.

Los curas que celebraban la Eucaristía el día de la fiesta gustaban de ir a comer a Casa Llano aduciendo que tenía buena cocina, sin desmerecer la del resto de los vecinos, sobre todo a Don Hortensio (que en paz descanse) del cual hago un emotivo recuerdo pues no en vano ofició en muchas ocasiones la ceremonia religiosa.

Hasta el estallido de la Guerra Civil también se celebraba el Angel de la Guarda, fiesta eminentemente religiosa, durante ese día se suspendían toda clase de trabajo tanto para las personas como para los animales de carga y trabajo.

Educación

Los niños y niñas de Tresmonte asistían por aquel entonces a una escuela situada entre los dos pueblos, construida a instancia del llustre Don Manuel Fernández Juncos del cual no puedo pasar sin hacer una breve referencia.

El llustrísimo Don Manuel Fernández Juncos nació en Tresmonte en el año 1844. Llegó a Puerto Rico en 1857, destacó como escritor, periodista y político; fue secretario del Partido Autonomista y Secretario de Hacienda del Gobierno Autónomo de Puerto Rico (1897). Fundó y dirigió en dos épocas el «Buscapie» (1877 – 1896 y 1917 – 1918) y la Revista de Literatura, Ciencia y Arte (1887 – 1893).
En su obra costumbrista literaria destacan: «Tipos y caracteres» (1882, «Costumbres y narraciones» (1907). Gran defensor a ultranza de la Lengua Española. Declarada lengua oficial en Puerto Rico en 1990.

Con motivo de recoger el Premio Príncipe de Asturias otorgado a Puerto Rico el entonces Gobernador de dicho país visita con fecha 17 de Octubre de 1991 al pueblo de Tresmonte y descubrió una placa conmemorativa en el Colegio Público «Manuel Fernández Juncos» de Ribadesella.

Como en cualquier pregón no puede faltar un llamamiento a las autoridades locales en el sentido de intentar dotar a Tresmonte de una carretera apta para todo tipo de vehículos facilitando la comunicación de los vecinos con Ribadesella. También, aunque sea poco a poco (sin prisa pero sin pausa) la rehabilitación de los molinos con el fin de que éstos sean un atractivo turístico mas a añadir a los hermosos paisajes de este concejo que últimamente basa gran parte de su economía en el turismo.

No quiero extenderme más, disfrutemos de la fiesta y griten todos conmigo:

«VIVA SAN AGUSTIN»
«VIVA TRESMONTE»

Comentarios (5)

  • Maria Teresa

    Hola, bello articulo, como puedo contactar con Doña Rosario Llano y Clara Llano por favor, gracias

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    • Marite

      yo tambien las busco

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  • Víctor Manuel Cabal Prieto

    Cuándo se inauguró la luz eléctrica en Tresmonte?

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